Andres Villavicencio

Andres Villavicencio
Practicante de Magia
Senderodelamagia.blogspot.com

Con un serio problema de indecisión, no sabe si dedicarse a la ciencia o a los temas espirituales por lo que termina siendo una molestia en ambas áreas.

Con más de 20 años investigando sobre magia y ocultismo ha sido coautor de algunos libros de astrología aplicada a la magia junto con Nick Farrell e I. Alejandro Virgilio (a través de la editorial Lord Manticore), que forman parte del limitado círculo personas que el tolera y que le toleran.

Aunque posee habilidades diplomaticas las ha mantenido en desuso tanto tiempo que se han atrofiado por lo que sus comentarios suelen tener un carácter ácido, propio al parecer de su profesión, Químico, aunque se siente más interesado en la física y otras áreas, una contradicción con su conocimiento en ocultismo que lo ha llevado a explorar diferentes áreas (magia ceremonial, papiros mágicos griegos, astrología, runas, tarot, terapias energéticas, etc.), lo que a su vez ha generado vínculos con muchos practicantes de magia a lo largo del mundo que comparten su sentido crítico respecto a la necesidad de un estudio profundo en los temas.

Si bien gusta de explicar a los que se inician en el camino mágico como encaminarse hacia el conocimiento no tiene una gran paciencia con los que buscan “la salida rápida” y siente un profundo desprecio por los que, por haber alcanzado un poco de conocimiento se autodenominan de maestros o sabios, razón por la cual lleva varios años dedicado a la difusión gratuita de conocimientos en el área lo que incluye redacción de artículos propios en su blog, clases en formato audiovisual a través del canal de youtube del boticario mágico, además de la traducción de artículos y textos que considera valiosos que esten al acceso del público hispanohablante.

No se considera un maestro ni tiene aspiraciones a serlo, pues considera que la maestría es algo que va mucho más allá de simplemente saber cosas que otros no, por lo que trata de acortar la brecha de conocimiento que separa a las personas comunes de quienes se atreven a llamarse maestros a moto propio.