Vibrar Alto o Vibrar Bajo? Mito y realidad.

Habitualmente las personas suelen reprocharle al resto que “deben aprender a vibrar alto o evitar vibrar bajo”. Claro está, esto basado en la visión terapéutica que se daría bajo el hipotético hecho de que diariamente repitan mantras (acumulando mérito), se dediquen a la meditación, el yoga, el Taichi y por cierto, pudieran aplicar el amor, la compasión y el altruísmo en el día a día. Lamentablemente, debo aclarar que ni siquiera esto sería suficiente para hacerlo.

Como es común, cualquier persona que se precie de tal dentro del círculo esotérico o espiritual, querrá jactarse de sus años de experiencia, asegurando que hace lo que básicamente toda UNA RAZA a en su conjunto no podría lograr (salvo honrosas excepciones), simplemente por el hecho de existir en este plano.

La base de este sesgo se fundamenta en El 3º Principio de Vibración del Kybalion el que dice: “Nada está inmóvil, todo se mueve todo vibra”. De aquí en adelante los seguidores del New Age, hicieron lo propio integrándolo dentro de su lenguaje coloquial, asumiendo que las vibraciones sólo dependían de las emociones, establecidas según su propia escala inalcanzable de la moralidad.
Ahora bien, ¿por qué los humanos (en su conjunto) NO pueden vibrar alto o vibrar bajo? esto por que en realidad estamos constantemente vibrando en distintas frecuencias constantemente, pero no podemos mantener una vibración fija (o al menos no voluntariamente), esto por que equivaldría a dejar de existir en este plano. Esto bajo precisamente el concepto establecido en el mismo principio que establece que las fuerzas espirituales se agrupan según su nivel vibratorio. Por tanto para entrar en contacto con los seres sutiles se debería tener una afinidad equivalente.

Explicándolo de otra forma, las jerarquías superiores vibran en frecuencias elevadas debido a que es propio de la naturaleza de ese estado/realidad. Y a la inversa, las jerarquías inferiores vibran en frecuencias más bajas por que es propio de la naturaleza de ese estado/realidad.
Por tanto, si nosotros fijáramos nuestro nivel vibracional en un punto determinado dentro de la escala, esto equivaldría a existir en un plano distinto.
Según lo que establece el 2º Principio de Correspondencia, que sería “Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”. Por tanto cada plano tendría un nivel energético o vibracional equivalente a los seres que viven en ellos.
No se puede presumir, que por el sólo hecho de tener “cambios emocionales” el humano vibre de tal o cual manera, mucho menos que pueda llegar a hacerlo voluntariamente simplemente bajo la premisa de la “voluntad” o el “decreto”, esto por que el estado vibratorio se establece a nivel molecular, de ahí que los Sutras Budistas hablen del “nivel sutil”, es decir de aquello que es imperceptible al ojo humano pero que sigue existiendo, el llamado “microcosmos”.

De todo lo anterior, es que podemos llegar a entender la iluminación de los Budas, Arhats y Seres Espirituales desde diferentes perspectivas, la superficial y la sutil.

– Superficialmente: los seres con grados avanzados de espiritualidad alcanzan la iluminación debido a un largo proceso de autoconocimiento, experiencias y prácticas. No en una sola existencia, si no en un conjunto de vidas virtuosas que le permitieron acumular el suficiente mérito para desarrollar finalmente esas cualidades excepcionales.

– Sutilmente: llegaron a tal nivel de control mental que pudieron voluntariamente alterar la naturaleza molecular de sus cuerpos, hasta poder conseguir transmigrar a otras esferas de la realidad, que sean propias de ese nivel vibratorio logrado (para cualquiera que este fuera de ese rango es evidentemente un imposible).

De ahí, que sea la “iluminación” un estado tan inalcanzable para cualquier ser humano, ya que no sólo equivale a llevar una vida espiritual acorde con los conocimientos adquiridos en el camino; sino que desarrollar las aptitudes necesarias para cambiar inclusive la naturaleza de sus propias existencias a nivel sutil/molecular.

Así que ya lo sabe señora/señor:
“Todo lo que te molesta de otros seres, es una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo” Buddha