Astrología y Astronomía

A veces es difícil entender como una carta astral representa el movimiento de los planetas, esto en particular se aprecia para el movimiento retrógrado que aunque simple en naturaleza genera algo de dificultad.
Para poder explicar esto con claridad me valdré del gráfico animado que incluyo a continuación.

En la imagen se puede apreciar los primeros 4 planetas del sistema solar (por comodidad se muestran órbitas circulares en todos los casos).

Las posiciones en la carta

Lo primero a entender es que una carta astral es un modelo en el cual la Tierra está al centro y es el punto de observación, así entonces, las lineas que conectan la Tierra con otros planetas en la imagen representan la linea de visión, la proyección de esto sobre el anillo exterior (el zodiaco) representa los puntos donde aparece el planeta en una carta astral.

Con esto se puede observar que la conjunción de dos planetas no implica que estén necesariamente en una ubicación cercana en sus órbitas, solo basta con que sus proyecciones en el anillo zodiacal estén cercanas. Expandiendo esta idea, una conjunción entre el Sol y Mercurio se puede dar cuando se dan dos tipos de alineamientos en las órbitas planetarias, la primera es Tierra-Mercurio-Sol, la otra es Tierra-Sol-Mercurio, en una carta astral ambas se ven iguales (Aunque según los expertos tienen diferentes cualidades). De igual modo sucede con una conjunción Sol-Venus.

Si observa bien la imagen notará que tanto la proyección de Venus como la de Mercurio nunca se alejan mucho de la del Sol, de ahí por ejemplo que estos planetas nunca hagan cuadraturas u oposiciones al Sol.

Por lo que respecta a Marte, su órbita es mayor que la de la Tierra por lo que su proyección puede quedar en cualquier parte respecto al resto de los otros planetas.

Movimiento retrógrado

En lo que respecta al movimiento retrógrado no es más que aparente. Si se fija en la imagen podrá ver que en ningún momento los planetas cambian su dirección y velocidad orbital, pero si mira las proyecciones en el anillo zodiacal podrá ver que tanto la proyección de Mercurio como la de Venus cada cierto tiempo dejan de moverse en sentido antihorario y se mueven en la dirección contraria por un corto tiempo, a dicho movimiento aparente se le llama retrógrado.

En lo que respecta a Marte puede ver que cuando la Tierra y Marte se aproximan la velocidad con que se mueve la proyección de Marte se hace más lenta, al punto que por un breve momento la proyección entra en movimiento retrógrado. Este efecto se debe a la diferencia de las velocidades de ambos planetas. De igual modo se puede entender las fases retrógradas de todos los planetas más allá de Marte.

Algunas conclusiones

Lo primero importante a considerar es que la carta astral no representa la posición real de los planetas sino su posición aparente. De aquí se puede concluir que la carta astral no representa la realidad de una persona, sino solo la forma en que esta percibe el mundo y dichas percepciones eventualmente se tornarán en su realidad. Esto nos indica que las influencias astrales son afectan de acuerdo a la predisposición mental de la persona que se forjó con una determinada visión del mundo dependiente de como se hallaban estos al momento de nacer.

La segunda conclusión se deriva de la primera, al ser el efecto de los astros condicionado por la mente de la persona solo existe una forma de evitar que estos actúen negativamente y esto es mediante una fuerte aplicación de la voluntad para cambiar la forma en que se perciben dichas energías.

La tercera conclusión se deriva de la primera también, esta es que el trabajo mental puede influir con mayor eficacia que el astral en la forma que nos vemos influenciados por los planetas, ergo, es más eficiente una meditación que un ejercicio astral, hechizo o talismán para anular los efectos nocivos de las energías planetarias.

Como primer corolario podemos decir que la carta astral (natal) representa la forma que toma el mundo de la ilusión en la vida de una persona y puede por ende más que actuar como un medio predictivo servir como una guía para salir del “Laberinto de Knosos“.

Como segundo corolario podemos decir que el movimiento retrógrado no es real, solo una apariencia, por ende, los efectos nocivos de las fases de movimiento retrógrado son solo producto de nuestra mente y no algo real. El miedo que algunas personas tienen a las fases retrogradas de los planetas no es más entonces que el miedo a regiones de su mente de las que no tienen conciencia.