Planetas Retrógrados y cómo no morir en el intento

Un tema interesante dentro de la astrología son los planetas retrógrados.
Debemos recordar que los planetas se mueven en órbitas elípticas en torno al Sol, la mayoría en torno a un plano del que no se suelen inclinar más de 15°. Cuando se observa el cielo y el avance de los planetas por los signos cada cierto tiempo, de modo periódico se percibe que en vez de avanzar por los signos los planetas retroceden, este efecto tiene una naturaleza visual mas no física.
Los planetas siempre se mantienen en su trayectoria orbital, pero la percepción que tenemos de estos genera la impresión de que estos retroceden, debido a que vemos en el plano (eje Este-Oeste) su movimiento.

En la imagen N° 1 vemos una el sistema solar “desde arriba” es decir a 90° del plano orbital (si bien esta imagen por claridad usa órbitas circulares para todos los casos estas pueden ser más excéntricas), no obstante, nuestra observación del cielo es “en el plano”, esto genera que planetas como Mercurio y Venus tengan una órbita que es aparentemente lineal de ir y venir en torno al sol lo que hace que la mitad del movimiento se vea “directo” y la otra mitad se vea “retrógrado“. Similarmente pasa con los planetas más allá de la Tierra.

El punto importante para comprender el efecto astrológico de los planetas retrógrados es que se trata de un efecto aparente, es decir, equivale a una ilusión óptica. El planeta sigue manifestando la misma naturaleza y energías tanto en movimiento directo como retrógrado pero nuestra mente no lo percibe así, por tanto, cuando el planeta entra en movimiento retrógrado el efecto se percibe diferente, generando complicaciones en la integración de las fuerzas astrales.
En la práctica un planeta en movimiento retrógrado (tanto natal como en tránsito) es un planeta que tendrá dificultades de expresión, así por ejemplo en el caso de Mercurio cuyo concepto central es la comunicación, en movimiento directo nos mostrará dentro de la carta la forma en que la persona se comunica, pero cuando está en movimiento retrógrado nos indicará dificultades para comunicarse, esto en la medida en que hay una dificultad entre el lenguaje interno y el externo, suele verse sobre todo en el caso de los tránsitos de Mercurio retrógrado como un “lo piensas de un modo pero al decirlo suena de otro“, lo que lleva a que sea normal que la gente tenga malos entendidos cuando el planeta se encuentra en esta fase (el área de la vida afectada dependerá de como el planeta en tránsito afecta la carta natal).
De igual modo sucede con todos los demás planetas, cada uno tiene una energía que durante el periodo de movimiento retrógrado tendrá dificultades de expresión y que afectará a cada persona en forma particular según que elementos de su carta natal active.
La clave para sobrevivir a estos ciclos es reconocer que las situaciones no son de origen externo sino interno, que los problemas se deben solucionar internamente, reconociendo las propias falencias y superándolas en vez de calificar a otro como la causa del problema. Estas fases suelen ser importantes para reconocer la propia contribución ante las situaciones incómodas o dolorosas.
Así entonces el lema a seguir durante las fases retrógradas de los planetas es “El problema no eres tu, soy yo“, en la medida que esto se aplica se reducirá la mitad del problema, si bien no podrá cambiar la percepción de los otros al menos usted habrá hecho su parte y eso suele solucionar muchas situaciones (Todo conflicto requiere de al menos dos personas).
Las fases retrógradas impulsan entonces a la meditación y autoanálisis, de hecho, son tan efectivas en esto que no existen métodos mágicos para anular su efecto, así entonces hechizos y talismanes no cambian el efecto sobre la conciencia volviéndose inútiles, quedando solo la opción de trabajar sobre los temas internamente para poder inmunizarse del aporte conflictivo de la fuerza planetaria.
Así entonces, si percibe un aporte astral negativo de parte de los planetas retrógrados es la meditación y el “no eres tu sino yo” la mejor forma de salir adelante, esto debido a que ninguna fuerza astral puede exaltar un problema que no esté presente en su interior.