8 Mentiras Sobre la Magia

Hay un montón de mitos y falacias repartidas en torno a la magia, estas se difunden en parte por ignorancia de algunos y en parte por conveniencia de otros, analicemos algunas.
 

1- Se debe nacer con el don para la magia. Falso, la magia no requiere ninguna clase de don especial, no hay “gente especial” que se pueda dedicar al tema, cualquiera puede alcanzar el desarrollo mágico si se dedica consciente y sistemáticamente. Esta mentira suele ser difundida por quienes necesitan validarse ante otros como alguien especial. Es muy usual también encontrarse con gente que se presenta como “vidente” o “sensible a las energías“, nuevamente una forma de obtener atención y validación al supuestamente poseer un don del que otros carecen.

2- Vengo de una familia de brujas/brujos, eso me hace ser uno. Al igual que lo anterior es otra forma de validarse de parte de personas con una baja autoestima que necesitan tener cabida en un ambiente que parece más susceptible a esta clase de historias. Todos tenemos abuelas que nos curaban las enfermedades con aguas de hierbas o que ponían santos de cabeza cuando querían conseguir algo, eso no les hace “brujas“, es un tema de índole más bien folklórico.

3- Se debe haber pactado con un espíritu para hacer magia. El solo hecho de entrar en contacto consciente y voluntario con una entidad del mundo astral es un acto mágico, por ende, no se puede establecer que se requiere tener una relación para practicar la magia. Las devociones son proyecciones sobre entidades mitológicas de los poderes que el mago no ve en si mismo (Los dioses hacen lo que es imposible para nosotros) mientras que los pactos son contratos de servicios, en ambos casos, el establecer el contacto con la entidad es por si mismo un acto mágico y con ello se invalida el postulado.

4- Para practicar magia se requiere saber realizar hechizos, conjuraciones y rituales. La magia es sobre mente y conciencia, los hechizos, rituales, etc., son en la práctica lo mismo que las herramientas, con el peligro que pueden ser “Marca ACME” y salir el tiro por la culata al desconocer las condiciones iniciales en que fue creado.

5- Las sustancias psicoactivas son útiles para el trabajo mágico. Ciertamente la magia implica cambios en los estados de conciencia, cambios que el mago debe aprender a hacer a voluntad en cualquier tiempo y lugar. El usar sustancias psicoactivas es un atajo peligroso, porque si bien se puede alterar químicamente las funciones cerebrales esto no significa que se obtenga el nivel de conciencia requerido. La habilidad en magia permite cambiar de nivel de conciencia y por ende generar efectos en las funciones cerebrales, pero esto no quiere decir que pueda hacerse a la inversa y que el cambio forzado por sustancias genere cambios de nivel de conciencia, si bien afectan las sensaciones (las sustancias psicoactivas afectan al cerebro mediante los sentidos) estas no necesariamente implican una elevación de esta. Por otra parte, si se requiere de un agente externo para hacer magia entonces no se trata de poder propio, sino de la substancia, si por otro lado se considera los peligros asociados como el riesgo de caer en una adicción (y recordemos que la mayoría de los adictos no reconoce su condición) entonces es  como sentarse a fumar en un polvorín.

6- La magia puede darme lo que falta. La magia no puede dar nada que la persona no posea en su interior, si usted busca amor, no lo hallará excepto que sepa lo que es amar y solo hallará lo que usted entiende por amor. Si busca iluminación entonces la magia le dará lo que usted entienda por tal, que no es necesariamente lo que pensaban Buda o Krishna. La magia expresa lo que está en el interior de las personas, lo que no se ve, entiende o siente en el propio interior no puede manifestarse, de ahí que la magia requiera un trabajo de autoanálisis y exploración de las propias emociones y contenido emocional consciente e inconsciente.

7- El “Sentido común” y las leyes de la naturaleza no se aplican a la magia. Falso, la magia cumple con el sentido común, solo que considera niveles diferentes de existencia de los considerados normalmente, aún así si algo no calza en lo cotidiano la magia no lo puede justificar, si una persona tiene caos en su vida no lo puede justificar con argumentos sobre magia o karma, lo espiritual no quita responsabilidad ante lo cotidiano ante el autocuidado y la necesidad de tener una vida en balance en todos los aspectos.

8- El tener más años de práctica mágica o “grados” en instituciones implica mayor sabiduría y poder. La antigüedad en el cargo no nos hace más idóneos para ello, llevar 30 años practicando magia no significa que se tenga poder o se haya ganado sabiduría, de hecho muchos están más sumidos en el caos que cuando partieron. Del mismo modo, el pertenecer a una institución no otorga nada más que el reconocimiento de un grupo de acuerdo a los parámetros con los que este fue fundado, una persona que ha completado todos los grados de una institución puede tener menos poder, habilidad y experiencia que alguien que jamás ha formado parte de una. El argumento de la pertenencia a determinadas escuelas suele ser usado como vía de validación, esto porque lo que no se puede demostrar con hechos se intenta demostrar con títulos.

Autor:
Andrés Villavicencio
Practicante de Magia
senderodelamagia.blogspot.com

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Imagen principal:
El Aquelarre, Francisco de Goya, Museo Lázaro Galdiano Madrid, Obra de Dominio Público.