Cuentos y Leyendas

La narrativa popular es un elemento vivo de la cultura tradicional chilena. Sus motivos, arraigados en el acervo hispánico y transmitidos por vía oral a lo largo de siglos, dan cuenta de la cosmovisión y valores campesinos.

El imaginario popular campesino se ha nutrido desde hace siglos de una larga tradición de cuentos, mitos y leyendas que se transmiten de generación en generación. El relato oral de estas historias crea un mundo de representaciones y valores de conducta.

Los cuentos campesinos han ocupado un lugar de preferencia en los estudios folclóricos. Su alto grado de difusión en los medios rurales, la diversidad de temas y la multiplicidad de variantes de un mismo motivo literario hace que constituyan un género de primera importancia en la literatura popular. Aunque se ha logrado establecer la procedencia europea de un gran número de cuentos, éstos han sufrido reinterpretaciones y adaptaciones que los convierten en un elemento vivo de la cultura popular tradicional latinoamericana y chilena.

En el cuento folclórico chileno se encuentran temas de diversa índole: los cuentos de adivinanzas, que plantean interrogantes que el protagonista debe resolver para llevar a cabo su cometido; los cuentos de fórmula, que se articulan a partir de una determinada estructura narrativa que se repite constantemente, como sucede con los cuentos de nunca acabar; los cuentos maravillosos; los cuentos de consejos y los cuentos picarescos, entre los cuales el personaje de Pedro Urdemales, herencia española, tiene una amplia difusión.

Uno de los primeros estudiosos del género fue el erudito alemán Rodolfo Lenz, quien recopiló cuentos de la zona mapuche. Sin embargo, fue el folclorista Ramón Laval el que dio el impulso definitivo al tema, publicando diferentes compilaciones y estudios acerca de los distintos tipos de cuentos. En años posteriores, las recopilaciones regionales de cuentos y leyendas y el gigantesco trabajo desplegado por el folclorista Yolando Pino Saavedra en la recopilación y clasificación de cuentos folclóricos han ayudado en el rescate de una tradición que día a día pierde fuerza ante el avance de los medios de comunicación masivos.

La narración de mitos y leyendas, así como de fórmulas mágicas y religiosas, tiene gran importancia en la literatura popular. El imaginario popular se abre de esta manera a un mundo más amplio que circunda la actividad de los hombres, estableciendo lazos con éste y estimulando una percepción más viva de los fenómenos naturales. Es así como existen mitos y supersticiones que aluden a un universo invisible para los ojos profanos pero de gran poder sobre la vida de los humanos. Diferente a las tradiciones culturales de la zona central de Chile es el complejo imaginario mítico chilote que posee una tradición y un carácter único y singular.

Junto con el romancero, el refranero, el adivinancero y el canto a lo poeta, los cuentos y leyendas son parte de una tradición que sigue viva en los medios rurales del país y se renueva constantemente con sus cambios socioculturales.

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