PAGANISMO OSCURO

¿Vieron la serie Moon Knight? Me gustó mucho esa serie, sobre todo el cómo abordan el desorden disociativo de la personalidad del protagonista, Mark Spector, algo que Marvel no hizo con el principal representante de eso en sus universos, Hulk, si, cada Hulk (verde, gris, rojo, etc.) es una personalidad disociada de la principal que es Bruce Banner, cada personalidad en estos personajes es un aspecto reprimido de si mismos que escapa cada cierto tiempo o que es usado para escapar cuando la situación lo amerita, Mark escapa en Steven de la muerte de su madre y cuando la violencia es demasiada ambos escapan en Jake, el más violento de todos, Jake es sin duda el más oscuro de todos.

Pero la serie tiene un error tremendo del que pocos, solo algunos muy informados del tema se dieron cuenta, la personalidad de Tawaret (o Tueris en su versión greco-egipcia y que es el nombre usado en la serie), la diosa que hace pacto con Layla para que se vuelva el escarabajo escarlata (me encantó el personaje y la actriz). El error en todo caso es comprensible, en la serie se le ve como una hipopótamo antropomorfizada, muy amable y tierna, es totalmente adorable, como una chica adolescente que ama las cosas en rosado, los unicornios y que siempre tiene un comentario amable para todos, excepto claro que la diosa egipcia Tawaret era todo menos eso, temida por los humanos, por eso mismo es que cuando se hacían referencias escritas a ella se le daban apelativos agradables, ciertamente su función común era de proteger el hogar y a los niños, porque los egipcios veían esa cualidad en la hembra del hipopótamo, pero no por eso se trataba de una criatura menos temida.

Si bien en el imperio antiguo los egipcios la veían como una diosa de la maternidad, en el imperio medio ya se le empieza a ver como una diosa del inframundo, en cierta forma, ella era la guardiana de los niños al nacer en este mundo y seguía cumpliendo esa función tras la muerte, que es el nacimiento en el otro mundo, esto la vuelve una diosa del inframundo, una deidad oscura, de esta clase de deidades los egipcios tenían muchas, aunque seguramente las que más conocerá el público en general es Anpu, Tehuti o Wesir, llamados Anubis, Thoth y Osiris por los griegos. El hecho de que se utilizara siempre términos halagüeños para referirse a Tawaret no es trivial, las deidades más temidas eran siempre las que recibían más elogios, debido a que así se esperaba aplacar su ira.

Algo similar vemos en Grecia con las Manías, diosas de la venganza que inducían la locura (que atormentan a orestes luego de matar a su Madre), de las que también se suele hacer menciones muy agraciadas, no porque se las apreciara sino por querer adularlas en caso de que llegara el momento infortunado de tener un encuentro con ellas.

Las diosas y dioses del inframundo o del sufrimiento se encuentran prácticamente en todas las mitologías, esto debido a que los dioses de los humanos son el reflejo de cómo perciben el mundo, por lo que se crea dioses para cada faceta de la vida  -Si, los dioses son creados por los hombres como producto de su mente, esto independientemente de que en algún punto estos dioses se volvieron más fuertes que los humanos- buscando así darle sentido a la existencia y tener con quien interceder para superar los momentos más amargos y extender los mejores.

Las deidades oscuras son la forma que tiene la humanidad de lidiar con las partes de la vida menos apetecibles, muerte, enfermedad, tristeza, dolor, guerra.

El paganismo oscuro es el enfoque en que se trabaja con las deidades oscuras para profundizar en esos aspectos de la vida, no buscando experimentarlos, sino comprenderlos y superarlos, así entonces, trabajar con una diosa o un dios de la muerte en forma regular permitirá ir comprendiendo nuestra propia relación con la muerte, aceptarla como una etapa natural, comprender que no es algo que lamentar más que por nuestro egoísmo y apego que no nos permite dejar ir a la persona amada o algo a lo que temer más que a cualquier otro proceso natural. Del mismo modo con deidades relacionadas al sufrimiento o la enfermedad, son un camino a aceptar lo que sin duda toda persona experimentó o experimentará alguna vez en su vida.

Aceptar que se trata de procesos naturales es el primer paso y fundamental para superar el sufrimiento que conllevan, por ejemplo, la muerte de un ser querido, aceptarlo no cambiará el evento, la persona no volverá a la vida, pero permitirá vivir con lo que sucedió, para luego poder continuar avanzando sin que esos sentimientos sean un lastre que impida experimentar nuevas alegrías venideras.

Esto no es de un día para otro, no es tan simple como encender una vela ante una deidad de la muerte y decirle “deseo dejar de sentir el dolor de este luto” para que desaparezca al instante, las deidades de la muerte son un camino para superar el luto, pero un camino debe ser recorrido, de nada sirve sentarse en la berma a mirar a los demás pasando por ese camino y creer que sin más se llegará al final, como es de esperarse en todo proceso, no será agradable, pero en el caso de quienes han solicitado el apoyo de una deidad de la muerte, encontrarán siempre una guía para completar su travesía, se darán los encuentros necesarios para que si bien no menos doloroso, el proceso se haga más liviano, pero como todo lo que tiene que ver con la intervención divina, solo se puede lograr algo si ponemos esfuerzo real de nuestra parte.

Para quien quiere acceder al paganismo oscuro sin estar experimentando estas vivencias en ese momento, deberá tener presente que igualmente tendrá un camino que recorrer, esto no quiere decir que si elige trabajar con una deidad de la muerte alguien en su entorno morirá para que lo viva, ni que sí lo hace con una deidad de la enfermedad tendrá que experimentar una, pero si se encontrará con que en su vida y en su mente comenzarán a darse situaciones que le enfrentarán a sus ideas al respecto, si es una deidad de la muerte, deberá ir progresivamente afrontando el hecho de que morirá, algo que suele ser más normal en los que ya son de una edad madura o avanzada que en los jóvenes, este pensar en la muerte no significa que deseará acabar con su vida, sino el hecho de aceptar que aunque lo pueda o desee ver como un evento distante, podría suceder en cualquier momento y por cualquier motivo, siendo algo de lo que no tiene control en absoluto.

De hecho, las deidades de la muerte son las mejores para enseñar algo fundamental tanto en el camino espiritual como en el mundano, aprender que no tenemos control de nada, la muerte nos puede llegar en cualquier momento sin que nada podamos hacer para impedirlo, si ampliamos este pensamiento, en verdad no tenemos control de nada más que del cómo reaccionamos ante los eventos que se nos presentan, toda nuestra vida está condicionada a situaciones que en su mayoría somos incapaces de manipular más que a un nivel mínimo, la política interna y externa de nuestro país, la economía nacional y mundial, el surgimiento de revoluciones y pandemias, de guerras, todos son factores que nos afectan sin que apenas podamos hacer algo más que reaccionar ante los eventos, lo mismo que con la muerte, son cosas que debemos aprender a aceptar y reconocer que no tenemos el control.

Así entonces, si se desea aprender de la muerte a través de una de sus tantas deidades deberá entender antes que el proceso no sólo le enseñará de la muerte, sino que hará que mueran partes de usted, de sus creencias, de sus miedos, de sus apegos, debe aceptar el hecho de que cosas que antes lucían claras y perfectamente lógicas cambiarán, perderá la ilusión de control y seguridad para dar paso a un mundo en el que no hay certezas, debido a que no tiene verdadero control de casi nada, una parte importante de su personalidad y su ego deberán morir para dar paso a una visión más amplia y ese proceso jamás ha sido agradable, es la siembra, cuidado y cosecha de un fruto que será amargo para su personalidad, pero muy nutritivo para su alma.

No debe esperar tampoco que la deidad que elija le trate con especial cuidado y delicadeza, las deidades oscuras son como esas madres demandantes que exigen de sus hijos lo mejor, que les presionan, que cuando lloran por autocompasión les abofetea porque eso es debilidad, porque llorar con un buen motivo es aceptable, pero la autocompasión no es un motivo válido, esa madre que como decimos en América Latina “educan con la chancla” (esto válido para deidades masculinas o femeninas), la debilidad es aceptable para el hijo del vecino, pero no para su hijo o hija; si desea trabajar con una deidad de la muerte, debe aceptar el hecho de que no hay excusas válidas a la hora de ser su mejor versión en todo sentido.

Si tiende a la autocompasión, si siente que nadie en el mundo le comprende, que no le valoran por quien es, entonces el peor error que podría cometer es vincularse a una de estas deidades, porque a fuerza de golpes le sacarán esas creencias, tampoco si siente que usted es especial, mejor que el resto, “único y diferente”, con dones y cualidades (mundanas o mágicas) que no tiene el común de la gente, esos pensamientos son tan perjudiciales como los anteriores; infravalorar o sobrevalorar sus propias cualidades son cosas que motivan a una deidad oscura a enseñar verdades simples del mundo, como el que nadie es en verdad especial, que su sufrimiento y sus dones no son únicos, en definitiva, que acepte que es como cualquier otra persona pese a que en sus fantasías sienta que es un caso especial.

Definitivamente una deidad oscura no es alguien con quien jugar y es recomendable que no empiece a explorar con ellas sino hasta que haya avanzado en establecer su vida en un camino sólido, idealmente pasados los cuarenta años de edad cuando los impulsos juveniles ya están bajo control.

No obstante todo lo anterior, nos encontramos con muchas personas en el ambiente esotérico que toman a las deidades oscuras como especie de perras guardaespaldas, gente que cuando se siente amenazada dice “yo soy devoto de Hécate” o “yo trabajo con Ereshkigal” o cosas por el estilo, esto, en sus mentes infantiles y febriles les hace sentir que son poderosos, que si se meten con ellos su perra-diosa saltará a castigarlos, si, porque creen que por encenderles unas velas de vez en cuando esa diosa se volvió su mascota y podrán contar con su ayuda en lo que sea, que siempre que la llamen para “castigar” a alguien moverá la cola y saldrá corriendo a morder a esa persona, pero no, los dioses no son mascotas, son seres que esperan ser adorados, que demandan culto y respeto, por lo que usar su nombre como un juego, como una amenaza cuando se sienten asustados por alguien que les supera no es exactamente la forma de ganarse su favor.

El concepto de deidades oscuras tiene varias facetas, desde la psicología junguiana hasta el simple simbolismo que por estar muchas de ellas relacionadas al inframundo provienen de un nivel donde no hay luz, pero para fines de lo antes mencionado basta una analogía más simple, algo oscuro que está en la oscuridad es algo que no se ve a simple vista, por lo tanto, si está proclamando tontamente que es devoto de cierta deidad oscura, no está exactamente trabajando en las sombras, la está exponiendo, algo contrario a su naturaleza. Así entonces, el que hace alarde de trabajar con una deidad oscura como Hécate, Ereshkigal, Morrigan o la Santa muerte (si queremos la versión latina), está cayendo en dos errores, el primero es exponer a esta deidad, el segundo es creer que ese alarde será aceptado, porque cada vez que alardea está dando a entender que esa deidad le obedecerá, insinuación que como tal es un insulto para cualquier deidad, por lo que se debe imaginar que habrá consecuencias.

Otro error común es confundir oscuridad con maldad o insinuar esta relación, una diosa de la muerte no es un ser malvado, solo un ser oscuro, oscuro porque se mueve bajo la tierra, donde yacen los muertos, pero eso no implica maldad, esto último se debe en su mayoría a los ocultistas antiguos que influenciados por el cristianismo asociaron la luz al bien y el mal a la oscuridad como si se tratase de elementos absolutos, aunque bien y mal no son más que conceptos subjetivos que se ajustan a las necesidades y deseos de quien los califica. Ante esto, vemos que muchos supuestos devotos de deidades oscuras juegan el rol del “niño malo”, la persona oscura y temible que te dañará si quiere, el juego en sí mismo proviene de su apego poco asumido a esa dualidad maniqueísta del cristianismo, es decir, no son paganos verdaderos que aceptan la verdad de la deidad con que se vinculan, solo son cristianos haciendo cosplay.

Recuerdo que cuando partí en estos temas, hace algunos lustros, había pocas personas que hablaran del paganismo oscuro, pero en la última década se ha vuelto casi una moda, fuertemente influenciado por grupos formados en el extranjero que se vinculan a deidades oscuras, el problema es que como todo lo que se hace masivo, el trasfondo energético y la clara integración de los conceptos detrás de estas prácticas son por lo menos opcionales, sino simplemente ignorados, así que nos encontramos con cosas raras, como cristianos adorando a diosas oscuras (ningún cristiano debería adorar a ninguna deidad ajena, es condenatorio en su religión y de esa no se escaparán), incluso gente haciendo prácticas a estas deidades en Tiktok, cosa que expone su naturaleza, esta moda, como todas pasará, pero las secuelas que deje en quienes imprudentemente jueguen con estas deidades quedarán, porque pueden creer que exponer a una deidad oscura o tratarla como su perra que saldrá a ladrarle a quien le moleste es inocuo, que basta con prenderle una vela para que se calme, como si le tiraran un hueso, pero no es así y eventualmente les pasará la cuenta por esas ofensas, aunque claramente los más orgullosos negarán que sea eso, será evidente que jugaron con el ser equivocado, eso claro, suponiendo que apra ese punto aún vivan, tengan extremidades y condiciones neurológicas adecuadas para poder expresarse, más de alguno ha pagado así su arrogancia de creer que puede dominar a una deidad.

El camino del paganismo oscuro es interesante, incluso hermoso, pero si no está dispuesto a afrontarlo con la carga de secretismo y respeto que implica, además de tener el ánimo para enfrentarse a las pruebas que las deidades oscuras imponen a sus seguidores, tal vez sea mejor que en eso se quede mirando desde la vereda del frente donde si llega la luz del Sol.

Autor:
Andrés Villavicencio
Practicante de Magia
senderodelamagia.blogspot.com