Oreste Plath (1907-1996)

He estado en los hondones y las alturas de esta tierra.
Y he tratado de interpretar el alma y el paisaje del país”

Oreste Plath

César Octavio Müller Leiva se consideró a sí mismo un investigador viajero: un hombre que aprendió más de la vida que de los libros. Más conocido como Oreste Plath -particular seudónimo que fusionó el nombre del héroe de la tragedia griega y una marca de una cuchillería alemana- este folclorólogo nacional se dedicó por entero a recopilar las imágenes cotidianas y populares atesoradas en cada rincón de nuestro país.

Su interés por aprehender la cultura del pueblo se originó en los innumerables viajes realizados junto a su padre por Sudamérica cuando era niño. Ya de joven tuvo la oportunidad de recorrer Chile de norte a sur trabajando como editor de Nautilius, órgano de la sociedad de capitanes y oficiales de la marina mercante. Con esta revista no sólo se iniciarían sus exploraciones por el país sino que también su trabajo como escritor.

Sus primeras publicaciones fueron de poesía y en colaboración con el escritor Juan Cabrera Pajarito (Jacobo Danke), juntos escribieron Poemario (1929). Por su parte, Oreste Plath fundó en agosto de ese mismo año la revista Gong de Valparaíso.

Alrededor de 1942 se inclinó por la investigación folclórica, tras obtener una beca para conocer el arte popular boliviano. Posteriormente, continuó sus estudios en Brasil, Argentina, Uruguay y otros países del cono sur. Poseedor de una vasta experiencia obtuvo la cátedra de folclor en la Escuela de Verano de la Universidad de Chile y, más adelante, fue profesor en la de Concepción y de la Frontera, en Temuco.

Trabajador infatigable, se interesó por todos los fenómenos “nacionales”: mitos, leyendas, poesía, los pájaros, los mineros, los juegos, el habla, las animitas, la comida, la medicina popular, la arquitectura, los personajes típicos, la vestimenta y las costumbres. Un ejemplo palmario de estos intereses lo constituyó una de sus primeras publicaciones, Baraja de Chile: “Un amplio y documentado estudio de las locuciones, los juegos, los cantos, los pregones, las danzas, las costumbres del pueblo” (Santiago: Zig-Zag, 1946).

Fue muy disciplinado en su labor de recopilación, inventándose una metodología propia, la que aplicaba cada vez que visitaba un nuevo lugar: recorría los restaurantes populares, los mercados, las ferias, los servicios higiénicos de los bares, encuestaba a gente, hasta que de a poco iba entretejiendo “una historia, una leyenda, un estilo; de a poco el pueblo iba entregando sus secretos”.

Oreste Plath fue un verdadero activista cultural, publicando más de cuarenta obras, entre libros de investigación, folletos y artículos. Las más consultadas han sido: Folclor chilenoGeografía del mito y la leyenda chilenos y El Santiago que se fue. Además, colaboró en importantes revistas de circulación nacional, entre ellas, En Viaje, donde publicó su “Geografía religiosa de Chile”.

Por otra parte, junto a su mujer, Pepita Turina, realizaron un gran aporte a la literatura nacional al incentivar un extenso ciclo de conferencias en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna, en el que 47 escritores presentaron sus ensayos autobiográficos. Producto de esta iniciativa fueron publicados bajo el título de ¿Quién es quién en las letras chilenas?, una serie de libros de pequeño formato, los que fueron donados por Oreste Plath a la Biblioteca Nacional.

Por sus méritos, en 1982 fue elegido Miembro de Número de la Academia Chilena de la Lengua, sucediendo a Pedro Lira Urquieta. Tras su fallecimiento en 1996, fueron creadas una fundación y una biblioteca. Asimismo, la Biblioteca Nacional de Chile lo homenajeó bautizando con su nombre la sala que hoy sirve de oficina de las ediciones Biblioteca Nacional.

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