En la casa del herrero cuchillo de palo

Con el tiempo, cuando se pasea por el ambiente esotérico uno ve muchas cosas, algunas interesantes e inspiradoras, pero muchas simplemente patéticas, motivadas por la ambición económica y no por el deseo de crecimiento personal. No es novedoso que nos encontremos con personas que sin tener ningún aval sólido dictan cursos sobre temas que apenas manejan, cursos de astrología o de Magia cuya profundidad no pasa de lo que lograron sacar de magazines dedicados a estos temas, pero con estándares bajos de calidad y poca o nula referencia a fuentes.
No es de sorprenderse que gente que por ejemplo dicta cursos de Wicca nunca haya sido iniciada en el tema, olvidando que Wicca es una tradición iniciática y que se requiere el rito de paso de la iniciación para ser formalmente parte de esta, no solo eso, sino que incluso hemos visto que organizan rituales masivos, por un “módico precio” para los sabbat wiccanos, aunque muchas veces en fechas erróneas, olvidando que a diferencia suya, los antiguos sabían de astrología y debían calcular las fechas correctas, no simplemente basarse en el santoral católico que establece fechas fijas, esto suele pasar con los sabbat como Beltane, Samhaim, Lughnasad e Imbolc, cuyas fechas varían cada año y al no alinearse con equinoccios y solsticios requieren de un mínimo conocimiento de astrología para determinar la fecha en que suceden, conocimiento que año tras año vemos eludir a quienes profitan inescrupulosamente de sus seguidores y estudiantes que esperando obtener conocimiento solo reciben un engaño con decoración “a lo pagano” y algunos disfraces más propios de una fiesta de Halloween que de una práctica espiritual, ponerse una túnica a usanza medieval y unas ramas del arbolito del patio en la cabeza a veces de corona no vuelve a nadie un sacerdote o sacerdotisa.
Pero como en un iceberg, la mayor parte no se ve desde la superficie, una cosa que muchos no ven o si ven no reconocen es que muchos de los oferentes de servicios de hecho no practican nada de lo que ofrecen, se suele usar el sistema de los “medios pollos”, término que en Chile refiere a terceriar un servicio, es decir, el cliente recurre a uno de estos “maestros” y estos, a sabiendas que no tienen el conocimiento ni capacidad necesarios pagan a un tercero para que cumpla con lo pedido, dándole una parte de lo que cobraron, de ese modo, sin hacer ningún esfuerzo y solo dando la cara al cliente reciben dinero por el que no trabajaron.
Como si esto no fuese bastante, más profundo en el iceberg de la podredumbre nos encontramos que esos mismos maestros espirituales que dicen tener conocimientos ancestrales y místicos, quienes suelen requerir los servicios de practicantes con experiencia y habilidad, para sus propias necesidades, esto no es un simple “tener otra opinión” al momento de pedir una lectura de Tarot, lo que puede ser aceptable en el contexto de temas muy personales en que se puede temer falta de objetividad, sino de recurrir a practicantes de Magia, mismo tema que suelen enseñar en otros cursos, para recibir servicios.
Estos servicios pueden ir desde protección energética, prosperidad o apertura de caminos, cosas que ellos mismos suelen enseñar, pero en cuyas propias habilidades no parecen confiar, sino que llegan incluso a solicitar amarres amorosos para conseguir el “amor” de esa persona con quien se han encaprichado. Solicitar un servicio no es malo, excepto claro que vendas la imagen de ser un especialista en eso mismo y por tanto expongas que estás engañando a tu clientela.
Ah claro, hay algunos que van a “brujos” con otra intención, aprender sus técnicas, ver como hacen sus rituales, que dicen y de ese modo, habiendo pagado una atención luego venden el mismo servicio o cursos enseñando la técnica, una que solo han visto externamente, pero, a la hora de lucrar eso da igual.
Si su “maestro” o “maestra” suele pasar contratando los servicios de un tercero al que recurre cada vez que tiene un problema, o se ha dado el tour completo de brujos de su ciudad, probablemente sea mejor que tome distancia, ya que si no confía en sus propias habilidades ¿Qué le queda a usted para confiar?
Huya rápido, soldado que escapa sirve par otra guerra, decían los viejos.

Autor:
Andrés Villavicencio
Practicante de Magia
senderodelamagia.blogspot.com